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EL JUSTICIALISMO NACIONAL FRENTE A LAS HERODIADAS SINÁRQUICAS
Filosofía peronista – Feminismo vs Femeneidad: la concepción Justicialista de la mujer en palabras de Eva Perón y María Estela de Perón – La Fundación de Ayuda Social Eva Perón: una realidad pasada que no fue utopía – El humanismo cristiano del Justicialismo: Eva Perón y Ramón Carrillo – La izquierda es la nueva sociedad de beneficencia – La colonización subrepticia –
La traición desembozada – La nueva hora de los pueblos: la del escarmiento.
Breves comentarios precipuos.
Desde el año 1983 comenzó a utilizarse el argumento de la inexistencia de “peronómetros” en el afán por justificar las políticas más Isaacrrojistas habidas y por haber, hipócritamente invocando (léase, profanando) el nombre de Perón y Eva Perón. El Justicialismo, desde el 1 de julio de 1974 se vio estanco tras la prolongación del lógico (pero pernicioso) duelo de los nostálgicos militantes, amén de la ofensiva indirecta de los oportunistas de la partidocracia y de la acción desembozada de los agentes infiltrados.
Hacer un análisis somero de la crisis del Movimiento Nacional Justicialista resulta arduo por la complejidad que la historia reviste.
Simplemente podemos sintetizar que así como al Movimiento Nacional de la Unión Cívica Radical padeció la misma crisis tras la alvearización del mismo desde el 6 de septiembre de 1930 hasta la actualidad (salvo las honrosas excepciones de la Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina –FORJA- y de personalidades como la de Hortensio Quijano), con candidatos y dirigentes en la praxis anti yrigoyenistas a pesar de vitorear con la marcha propia a Hipólito Yrigoyen y al “Partido Radical”, el Justicialismo lamentablemente no tuvo porvenir distinto ni mejor suerte en tanto Movimiento Nacional Histórico sucedáneo.
Como este escrito no está dirigido a los enemigos ni a los ajenos al sentir Peronista, no vamos a hacer historicismo de las conquistas de derechos ni las acciones materiales concretas que hicieron de nuestro país una Nación Socialmente Justa, Económicamente Libre y Políticamente Soberana. A pesar del “gorilaje” mitómano y tergiversador, damos por presupuesto entre los Justicialistas, que hacia mitad de Siglo XX fuimos una Argentina Potencia.
Es decir que el presente no está dirigido a toda la nueva corriente de divagues que consideran a la historia como un todo homogéneo septuagenario con la subrepticia intención de culpar la aparición del General Perón en la vida política como la causa de los males que padecemos por todo el malsano obrar que en rigor de verdad hicieron sus enemigos.
Los apologístas de la situación pre 4 de junio de 1943, samuelsonistas en su mayoría, presentan a una Argentina supuestamente cuarta en desarrollo mundial, pero ardua es su tarea por explicar por qué en esa Argentina que ellos describen, los ciudadanos no conocían ni siquiera el azúcar (que estaba reservado a la aristocracia), las cuantiosas muertes por paludismo, dengue, viruela, sarampión, enfermedades venéreas, amén de la miseria social imperante en las ciudades más cosmopolitas del país y de la explotación laboral. Los peronistas sabemos muy bien que para cuando Argentina fabricaba aviones a mitad de siglo, Brasil no las hacía ni de papel… No es intención actual el refute a las sandeces que esgrimen los apologistas de la “Década Infame”, quienes actualmente resultan ser más infames que los personajes de aquella época.
En definitiva, por lo expuesto, simplemente manifestamos que damos por conocidos los innumerables logros del peronismo en pos de la grandeza de la Patria y felicidad del pueblo, esta última deducida fácilmente con solo comparar la letra de los tangos post y pre 1946.
Ahora bien, podemos mencionar que la crisis del Peronismo en tanto Movimiento Nacional Doctrinario, sufrió tres procesos ofensivos orquestados por sus inconfesables enemigos en pos de su tan pretendida desaparición:
- ANTI PERONIZACIÓN:
- Originariamente mediante el accionar directo del embajador norteamericano Spruille Braden y los libelos del libro azul, el Departamento de Estado Norteamericano y su Central de Inteligencia quienes pretendían frenar el efecto expansivo de las ideas del entonces Coronel Juan Domingo Perón.
- Ulteriormente mediante el decreto 4161/56 de proscripción del peronismo.
Puesto que la proscripción in extremis del peronismo mediante cárcel y fusilamientos no solo que no fue suficiente sino que fue hasta contraproducente para tales intenciones, se paso a una nueva estrategia: como la prohibición de nombrar a Perón no resultó útil, la nueva táctica es que todos nombren a Perón, incluso hasta el más avezado anti peronista. Surge así la nueva etapa:
- la DESPERONIZACIÓN DE LA SOCIEDAD
- La acción directa de la masonería inglesa y del Almirante Isaac Francisco Rojas como gobernante usurpador del poder y como intelectualoide desde las solicitadas periodísticas de su organización “Alianza Patriótica Nacional”, amén de la persecución y fusilamientos de opositores.
- Las tácticas de infiltración del peronismo:
- Plan Andinia: sin entrar en la discusión si el mismo existió o no, solo nos detenemos en algo que sin dudas se cumplió: la táctica de destrucción interior del Peronismo mediante su infiltración de cuadros.
- El Cookismo (por John William Coocke quien finalmente fue expulsado del Movimiento por el propio General Perón).
- El neoperonismo del “peronismo sin Perón vandorista” orquestado desde el accionar inconfesable del General López Aufranc.
- El nuevo peronismo sin Perón propuesto por Montoneros en tanto organización ab origine organismo de contrainteligencia surgido de las filas del General Imaz y del Onganiato.
- Los Think Thanks extranjeros: H.S Ferns;
- El “aggiornamiento” propuesto primero por Lord Franks quien en marzo de 1976 proponía la creación de un nuevo “peronismo moderado que reemplace a la Señora de Perón o de un gobierno militar”.
- La Idea de Jorge Rafael Videla quien en conferencia de Prensa en el Salón Blanco de Casa de Gobierno dijo ante los periodistas que el “peronismo” sólo sería viable y permitido si se “adaptaba a los lineamientos democráticos y se apartaba de lo que él denominaba “culto a la personalidad”.
- Cafierismo y Renovación Doctrinaria.
- Puesto que la doctrina se sustenta en un pensamiento dogmático es paradójica toda posibilidad de renovación, puesto que lo mismo genera la aparición de una nueva doctrina no necesariamente igual y que incluso puede ser hasta diametralmente opuesta (que es lo que terminó acaeciendo gracias a Cafiero). Para el peronismo las doctrinas no se renuevan en todo caso se actualizan, conceptos totalmente distintos. Todos los fulanismos post 1983 disfrazados de Peronismo nada tienen que ver con la doctrina justicialista gracias a la mentada “renovación”.
- Acción directa de la masonería y de Alcibíades Lappas quien hacia 1982 sentó las coyunturas de ese “nuevo peronismo” que el General Videla propició, Cafiero propugnó, y los fulanistas propendieron.
La Renovación y el apartamiento total de la Doctrina Justicialista que pretendieron vender como “vetusta” fue provechosa y satisfactoria para los enemigos asentando las bases del isaacrojismo imperante:
- Desde lo Político:
- Horizontalidad del Movimiento: en 1982 se proscribió a la Señora María Estela Martínez de Perón quien luego de resistir estoicamente cinco años de injusta prisión desde su secuestro el 24 de marzo de 1976, pasó a ser exiliada y se le levantó la proscripción luego de consagrada la fórmula Lúder – Bittel (que hacia 1975 se habían comportado como agentes de la Marina). A partir del ataque a la investidura y a la significación de la Señora Perón se atacó a la verticalidad que caracteriza el modelo dirigencial propuesto por la Comunidad Organizada.
- Herencia Política: si bien Perón no dejó herederos políticos (su esposa asumió por cuestiones de acefalía, más nunca por derecho de familia), el General Perón sí dejó una herencia política: “El Modelo Argentino para el Proyecto Nacional.” Los pejotistas post 1983, lejos de cumplir con el mismo, gestionaron el “Modelo Cipayo para el proyecto antinacional”.
- Destrucción de las Organizaciones Libres del Pueblo: en tanto organizaciones intermedias base de la Comunidad Organizada propuesta por Perón las mismas fueron cambiadas por el vacuo concepto de ONGs. La vacuidad de estas últimas son palpables desde lo óntico ontológico puesto que nada puede ser definido desde la negativa. Así una asociación ilícita para el ejemplo puede ser una ONG.
- Tratados de Rendición Incondicional de Madrid de 1990: marcó el fin de la independencia política de 1816 y ratificada por la Constitución de 1949.
- Desde lo jurídico:
- La reforma Constitucional de 1994 se basó en la ilegítima enmienda de 1957, surgida tras la abrogación de la Constitución Peronista de 1949 mediante una proclama militar. Al día de la fecha esta situación hace de nula de nulidad absoluta todo el sistema jurídico post 1957.
- El art. 14 bis reemplaza al art. 37 de 1949 confundiendo derechos.
- Se cercena el art. 40 de protección de servicios públicos y recursos naturales.
- La reforma Constitucional de 1994 se basó en la ilegítima enmienda de 1957, surgida tras la abrogación de la Constitución Peronista de 1949 mediante una proclama militar. Al día de la fecha esta situación hace de nula de nulidad absoluta todo el sistema jurídico post 1957.
- La propiedad deja de tener función social y el hombre vuelve estar al servicio del capital y no este último al servicio del hombre.
- Se sesgan los derechos antárticos y la proyección justicialista de nuestros reclamos territoriales.
- Desde lo filosófico:
- Mentados discursos de carencia de “peronómetros” que hizo que hasta el más avezado gorila se postule en nombre del Peronismo.
- Se crea el “Evitismo” en aras de pretender hacer un divorcio histórico del matrimonio Perón, tergiversando la realidad histórica en pos de justificar el entrismo.
- Se consolida con el “camporismo”, en tanto ponderación de un personaje expulsado por el propio General Perón.
- Se confunde Actualización Doctrinaria con Renovación Doctrinaria. Lo segundo da lugar a nuevos postulados filosóficos y doctrinarios totalmente ajenos al justicialismo. Se pretende justificar con el argumento de una anacrónica vetustez en las ideas de Perón calificadas con el mote de “fascistas”, anacrónicas y/o retrógradas.
- desde lo Social:
- Sistema Sindical: el modelo Justicialista basado en el corporativismo comunitario de Volgesang, La Tour Dupin, Albert de Mun que ostenta como premisas el respeto al derecho natural, que los sindicatos puedan afiliar a trabajadores dependientes, donde prima la personería gremial sobre cualquier otra instancia, con funciones reivindicativas y protectivas basado en un sindicalismo fuerte para fortalecer negociaciones colectivas y que tiene su esplendor con la positivización del sistema tras la constitución del Chaco de 1951, es soslayado desde el socialcristianismo de 1980 por corrientes marxistas. El modelo sindical peronista hace que el pueblo trabajador sí gobierne y delibere por medio de sus representantes, en contraposición al disparate de definición negativa que hace la Constitución Nacional Liberal.
- Triunfan los modelos sindicales liberales.
- OIT
- Los socialcristianos y socialdemócratas.
- Fundación Flacso.
- Conrad Hadenauer.
- Se sustituye el Humanismo Cristiano de la Filosofía Peronista por el mero asistencialismo que apunta a las consecuencias, más nunca a las causas.
- Se abandonan las políticas de justicia social de ayuda sistemática desde la Fundación Eva Perón.
- Pérdida de los derechos de la ancianidad y la familia.
- Triunfan los modelos sindicales liberales.
- Sistema Sindical: el modelo Justicialista basado en el corporativismo comunitario de Volgesang, La Tour Dupin, Albert de Mun que ostenta como premisas el respeto al derecho natural, que los sindicatos puedan afiliar a trabajadores dependientes, donde prima la personería gremial sobre cualquier otra instancia, con funciones reivindicativas y protectivas basado en un sindicalismo fuerte para fortalecer negociaciones colectivas y que tiene su esplendor con la positivización del sistema tras la constitución del Chaco de 1951, es soslayado desde el socialcristianismo de 1980 por corrientes marxistas. El modelo sindical peronista hace que el pueblo trabajador sí gobierne y delibere por medio de sus representantes, en contraposición al disparate de definición negativa que hace la Constitución Nacional Liberal.
- desde lo Histórico:
- tergiversación y mitomanía de la historia.
- Nuevos intelectualoides y think thanks financiados por oganizaciones foráneas.
- Nuevos embates academicistas, periodísticos y bibliográficos en masa.
- desde lo Geopolítico:
- abandono de la proyección antártica.
- Sojuzgamiento de organismos supranacionales (ONU, OIT, FMI, etcétera).
- Desde lo Económico:
- Sojuzgamiento económico del sistema financiero mundial de la usura.
- Flexibilización laboral.
- Expoliación nacional.
- Venia a las Cadenas Globales de Producción y sus condiciones abusivas.
EL ABORTO Y LA DOCTRINA JUSTICIALISTA NACIONAL.
FEMINISMO VS FEMINEIDAD
El reciente debate sobre las políticas herodianas del aborto y la cultura del relativismo y del descarte, marcan un cambio de época en la vida de la nacionalidad. No se ataca el alma humana desde su faz espiritual sino directamente desde la existencia física.
Máxime con la acción directa hasta el paroxismo de un movimiento feminista exacerbado el cual no tiene nada que ver con la femineidad propuesta por la Doctrina Justicialista.
Parte del Decálogo de la mujer que funda el Partido Peronista Femenino propuesto por Eva Perón, rezaba:
“1) Serás buena esposa y buena hija; mejor madre y maestra.”
“3) Inculcarás en tus hijos las virtudes más sagradas y harás que su patria y el bien de sus hermanos de suelo, sea tu meta diaria”
“5) No derrocharás…”
“6) Colaborarás o participarás en la enseñanza primaria de quien lo necesite…”
“7)Te interiorizarás concienzudamente de todos los preceptos y conceptos fundamentales encerrados en la Doctrina Nacional, convirtiéndote así en un agente más de esa profunda y cristiana doctrina…”
No nos basaremos en los discursos de Juan Perón sobre “la mujer”, porque cualquier feminista orate desdeñará ab ilimine las concepciones del Ex Presidente simplemente por su condición de “macho”. Nos basaremos solamente en los pareceres de las dos esposas de Juan Domingo Perón, Eva Duarte y María Estela Martínez.
La opinión de Eva Perón sobre el feminismo debiera ser hartamente conocida: Decía:
“Confieso que el día que me vi ante la posibilidad del camino «feminista» me dio un poco de miedo.
¿Qué podía hacer yo , humilde mujer del pueblo, allí donde otras mujeres, más preparadas que yo, habían fracasado rotundamente?
¿Caer en el ridículo? ¿Integrar el núcleo de mujeres resentidas con la mujer y con el hombre, como ha ocurrido con innumerables líderes feministas?
Ni era soltera entrada en años, ni era tan fea por otra parte como para ocupar un puesto así… que, por lo general, en el mundo, desde las feministas inglesas hasta aquí, pertenece, casi con exclusivo derecho, a las mujeres de ese tipo… mujeres cuya primera vocación debió ser indudablemente la de hombres.
¡Y así orientaron los movimientos que ellas condujeron!
Parecían estar dominadas por el despecho de no haber nacido hombres, más que por el orgullo de ser mujeres.
Creían entonces que era una desgracia ser mujeres… Resentidas con las mujeres porque no querían dejar de serlo y resentidas con los hombres porque no las dejaban ser como ellos, las «feministas», la inmensa mayoría de las feministas del mundo en cuanto me es conocido, constituían una rara especie de mujeres… ¡que no me pareció nunca mujer!
Y yo no me sentía muy dispuesta a parecerme a ellas.
Un día el General me dio la explicación que yo necesitaba.
«- ¿No ves que ellas han errado el camino? Quieren ser hombres. Es como si para salvar a los obreros yo los hubiese querido ser oligarcas. Me hubiese quedado sin obreros. Y creo que no hubiese podido mejorar en nada a la oligarquía. No ves que esa clase de «feministas» reniega de la mujer. Algunas ni siquiera se pintan… porque eso, según ellas es propio de mujeres. ¿No ves que quieren ser hombres? Y si lo que necesita el mundo es un movimiento político y social de mujeres… ¡qué poco va a ganar el mundo si las mujeres quieren salvarlo imitándonos a los hombres! Nosotros ya hemos hecho solos, demasiadas cosas raras y hemos embrollado todo, de tal manera, que no sé si se podrá arreglar de nuevo al mundo. Tal vez la mujer pueda salvarnos a condición de que no nos imite.»
Yo recuerdo bien aquella lección del General.
Nunca me pareció tan claro y tan luminoso su pensamiento.
Eso era lo que yo sentía.
Sentía que el movimiento femenino en mi país y en todo el mundo tenía que cumplir una función sublime… y todo cuanto yo conocía del feminismo me parecía ridículo. Es que, no conducido por mujeres sino por «eso» que aspirando a ser hombre dejaba de ser mujer ¡y no era nada!, el feminismo había dado el paso que va de lo sublime a lo ridículo.
¡Y ese es el paso que trato de no dar jamás!”
La Opinión de la Ex Presidente María Estela Martínez de Perón, primera mujer Presidente bajo este régimen de gobierno en todo el mundo, tras el año internacional de la Mujer en 1975 decía:
«Para nuestro concepto doctrinario nacional, el sentimiento cristiano nos muestra que todos los seres humanos somos iguales ante Dios, pero nuestra imperfección indica la necesidad de considerar la igualdad con estricto sentido de justicia, para compensar las desigualdades que nuestra existencia nos suele presentar. Si bien la vida puede diferenciarnos en sus más diversas situaciones, la muerte suele nivelar a los seres humanos, cuando Dios así lo dispone.
La misma naturaleza no cubre todo su espectro con la igualdad sino que en su diversificación infinita nos demuestra los cambios de las formas materiales, pero es evidente que la esencia de vida que anima a esas formas tienen una perfecta igualdad ante Dios.
Así el hombre, como representación masculina de la especie, no es igual a la mujer, que es la significación femenina de la raza humana, pero ambos fueron creados por el Todopoderoso para perpetuar en los tiempos el exponente de su magna creación.
La más extraordinaria respuesta que yo conozco sobre la igualdad esta sintetizada en el “Ama a tu Prójimo como a Ti mismo”, que Jesús nos legara. Allí expresa el Divino Maestro, su sabiduría, puesto que conociendo que la vida es una y de Dios, supo demostrar que el “prójimo”, es cada una de las expresiones que conforman nuestro Universo. Solamente en las formas podemos diferenciarnos, pero jamás en la esencia vital que recibimos y devolvemos a Dios como balance de nuestro experimento humano.
Por ello la palabra igualdad, cuando se refiere a la diferenciación entre el hombre y la mujer, es una simple figura literaria, puesto que vivimos comunitariamente, padecemos los mismos procesos evolutivos, necesitamos ambos sexos la permanente solidaridad que nos permita sortear las dificultades de una vida, incomprendida en su esencia y mal gastada en su expresión material.
Hombre y mujer son simplemente dos polos de una misma luz, que –en última instancia-, se exprese en Dios, unión perfecta de lo sublime e incomprendido, fuente de energía y eterno dador de nuestra vida.
Esta posición irreductible otorga la igualdad genérica entre ambos sexos, el masculino y el femenino. Ambos son la expresión de la meditación divina para el cumplimiento de una perfecta evolución.
Analizando el alto nivel de una profunda concentración del espíritu, despojado de las pasiones humanas, vemos con cierta claridad que ambos sexos cumplimentan dos planes aparentemente diversos pero íntimamente ligados en su esencia vital.
El hombre, como expresión del polo positivo, se manifiesta ejecutivo realizador, dirigido hacia el esfuerzo concreto que se expresa con el testimonio de la forma material. Es energía en movimiento. La mujer, como polo creativo, se manifiesta pasiva y receptiva, dirigida hacia la imaginación idealizada de la que surgirá la vida expresada como testimonio de la forma material. Es madre en permanente gestación.
Del resultado de ambas concepciones, Dios tiene la ocasión de mostrar su eterna permanencia
La vida moderna con sus particularidades ha sido desbrozando el camino de los pre conceptos y las costumbres, de manera tal que hoy tanto el hombre como la mujer, cumplen tareas similares y aceptan iguales responsabilidades ante la sociedad. Las profesiones y toda clase de disciplinas entremezclan indiscriminadamente las dos corrientes humanas.
Pero a pesar de ello, quedan aun resabios de antiguas formas de vivir, que siguen considerando la existencia de diferencias con respecto al hombre y la mujer.
La igualdad que la mujer anhela, es la del mutuo respeto, conviviendo armoniosamente con el hombre y tomando parte activa en la lucha por la existencia. Hombre y mujer, avanzando en la vida de lado a lado, enfrentando el provenir con decisión y fe, unidos solidariamente.
¡Este es el concepto de igualdad que nuestra doctrina justicialista proclama y que los argentinos deseamos para todas las mujeres del mundo!
Iguales, en derecho y responsabilidades comunitarias, pero conservando plenamente los valores intrínsecos que cada sexo posee. Ambos en su pureza de origen, cumpliendo los designios sagrados que el Creador aportara a nuestra Humanidad. Toda claudicación a estos principios básicos para el mutuo respeto, solamente serán simples caricaturas que esbozaran una decadencia de la raza humana.
Con respecto al desarrollo, visto genéricamente, hay que considerarlo en su profundidad, puesto que las necesidades que padecen los pueblo del mundo, sobre todo en lo referente a la alimentación, salud, vivienda, y educación, afectan a las grandes masas de las poblaciones en los países denominados subdesarrollados, en tanto –por contraste- el derroche indiscriminado de los bienes de consumo, hace que en el resto de los países denominados adelantados, también se padezca de las mismas necesidades, agravadas por una mala educación y por vicios que afectan la salud de un alarmante margen societario. El concepto del desarrollo, que nuestro justicialismo proclama, esta basado en la dignidad humana, sin considerar si se trata de hombre o mujer. El ser humano es nuestra meta y buscamos obtener personas buenas y comprensivas, solidarias y unidas por un ideal común, que es la obtención de una verdadera comunidad organizada.
Una comunidad organizada, representa un estado regido por la justicia social, enfocada siempre hacia quienes menos poseen. Ello exige una equitativa redistribución de los ingresos aplicados socialmente, sin perjudicar a nadie en especial y beneficiando en lo posible a toda la población del país.
Dentro de esa comunidad organizada, el desarrollo individual de la mujer se produce normal y correctamente dentro de ambientes de paz y de trabajo dignificado. En principio, es preciso considerar que en la República Argentina el grado de cultura general es de muy alto nivel; además la profusión de publicaciones, radios y varios canales de televisión dan una permanente información, a un público ávido de noticias. Por otra parte, el índice de publicaciones literarias supera en mucho las normales de grandes países del mundo, siendo el consumo de los libros, una de las corrientes más apreciadas del pueblo argentino.
Pero debemos considerar que esta situación nuestra, no es la corriente de todos los países. Por ello, utilizando nuestro rico venero de experiencias, diremos que en lo que respecta al desarrollo que favorezca a la mujer, habrá que considerar en primer término un grupo de leyes que dignifiquen su vida legalmente, luego facilitarle por todos los medios, que la cultura este a su alcance en su niñez y en su pubertad, de manera que la mujer pueda enfrentar la vida con amplio conocimiento de su preclara misión.
Los justicialistas, comprendimos la necesidad de da un cristiano apoyo a la familia y el 11 de marzo de 1949, la Convención nacional Constituyente legítimamente elegida por el voto popular, sanciono la Constitución Nacional Justicialista de la República Argentina, en cuyo contenido estaban vivientes los postulados del General Perón y los anhelos de Eva Perón.
La familia, como núcleo primario y fundamental de la sociedad, será objeto de preferente protección por parte del Estado, el que reconoce sus derechos en lo que respecta a su constitución, defensa y cumplimento de sus fines.
La familia, como núcleo primario y fundamental de la sociedad, será objeto de preferente protección por parte del Estado, el que reconoce sus derechos en lo que respecta a su constitución, defensa y cumplimento de sus fines.
- El Estado protege el matrimonio, garantiza la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria potestad.
2. El Estado formará la unidad económica familiar, de conformidad con lo que una ley especial establezca.
3. El Estado garantiza el bien de la familia conforme a lo que una ley especial determine.
4. La atención y asistencia de la madre y del niño gozarán de la especial y privilegiada consideración del Estado.
Y fue en base a ese respeto por la familia que se gobernó durante seis años con la plena felicidad del pueblo argentino. El resultado de aquella forma de proceder esta evidente hoy ene. Desarrollo de la mujer nuestra, que ocupa con singular eficacia puestos de relevancia en las más altas esferas del gobierno, de la ciencia, del arte y de la cultura en general, así como también en el difícil terreno de las finanzas y la economía del país.
Hemos tenido la prudencia de sembrar amor y recogimos frutos de óptimo valor que enorgullecen a nuestro país.
El desarrollo de la mujer debe ser contemplado en un nuevos estado de conciencia de la raza humana, puesto que a medida que los peligros avancen, como consecuencia de luchas incruentas en todos los terrenos, a medida que las ambiciones de los poderosos, a manera de una venda en los ojos, les impida comprobar la realidad actual y el peligro futuro, las necesidades mundiales serán cada vez mayores y la presencia activa de la mujer sea, a no dudar, un coeficiente importante para sobrellevar el desastre mundial, al que raudamente nos impulsan las pasiones incontroladas.
En medio de la hoguera en que estas luchas se desenvuelven, surgen empero espíritus comprensivos que se brindan por entero a servir a sus semejantes, y entre ellos, son muchas las mujeres que aportan lo mejor de su existir para bien de la humanidad. Eva Perón! Fue un ejemplo que perdurara en el tiempo como expresión de lo que puede una mujer cuando Dios guía sus pasos.
La mujer busca la paz por todos los medios, no solamente porque ese principio de amor es innato en su espíritu, sino porque su intuición creativa conoce que solamente en ese estado es posible que la humanidad transite sin peligro hacia su destino en los tiempos.
La mujer como refugio inmediato del paso d todas las violencias, es capaz de sobreponerse a sus propios padeceres para elevarse femeninamente altiva y segura para defender la paz de su hogar y la tranquilidad de su Patria, con todas sus fuerzas. La historia de la Naciones tiene brillantes páginas de sus heroínas y nuestra nación rinde culto patriótico a figuras femeninas que han ingresado en la historia por derecho propio.
(…) Cuando un espíritu esta conturbado busca en el refugio del templo y en a la seguridad de la oración, la ocasión de meditar con serenidad sobre el problema que lo aqueja, pero aun allí están las sabias palabras del Señor que dijo: “antes de entrar al templo reconcíliate con tu hermano”.
El General Perón con su clara visión del porvenir dijo el 29 de julio de 1949, hablando sobre la misión de la mujer: “hemos dicho muchas veces que no trabajamos para nuestro tiempo sino que trabajamos para nuestro porvenir. La mujer argentina tiene en esto una misión que cumplir y una enorme responsabilidad que afrontar, porque el mañana no nos pertenece, pertenece a las generaciones que han de seguirnos, y esas generaciones serán tan sabias y tan virtuosas como las mujeres argentinas sepan forjar hombres sabios y virtuosos”.
(…) De la misma manera como biológicamente, cada una de las células de nuestro cuerpo humano mantiene estrecha unidad para poder expresarnos como seres vivientes, así todas las mujeres debemos unirnos en orgánico y apretado haz fraternal, para otorgar nuestro valioso aporte al desarrollo del mundo futuro.
(…) La unión de los pueblos resulta indispensable para la conducción de las difíciles etapas por las que nuestro mundo deberá atravesar, a medida que la energía, las materias primas y la alimentación vayan creando situaciones de apremio. La mujer por su adecuación permanente en todos los terrenos, tiene, mucho que aportar a la solución integral y equitativa de estos graves problemas.
Los argentinos venimos desde siempre bregando por la unidad continental, como un paso previo para llegar a la universalidad.
Hoy las mujeres del mundo, tenemos al alcance de la mano, con este Año Internacional de la Mujer, u medio poderosos para expresar la urgencia de la necesidad mundial de buscar la integración de los pueblos, conociendo que aquellos que no logran su unidad nacional están expuestos a sucumbir, de la misma manera que la falta de unidad orgánica humana, produce la destrucción del cuerpo por carencia del espíritu de vida que lo animaba. Solo por la unidad de los pueblos se alcanzara el verdadero respeto por sus soberanías. Solo por la unidad todos los seres de la raza humana, obtendremos la libertad individual y el respeto de Dios.
Y para que el camino de la unidad sea claro y efectivo, es preciso construirlo con el único material indestructible, el amor.
El amor irradiado con sencillez y desinterés, se convierte en fuente única reaglutinación y centro infinito de los valores permanentes, es la esencia más pura de nuestra cristiana religión y venero inagotable el alma femenina, en su expresión de madre y como base fundamental del hogar familiar.
Solamente en el amor encontraremos la solución final para los problemas que hoy aquejan a la humanidad.
FUNDACIÓN DE AYUDA SOCIAL EVA PERÓN: LOS HOGARES ESCUELA Y LA CIUDAD ESTUDIANTIL. EL SISTEMA INTEGRAL CON LA OBRA DEL DR. RAMÓN CARRILLO Y LA IGLESIA CATÓLICA.
La cultura del relativismo, la cosificación humana y del descarte, busca paliar las vicisitudes sociales y socioeconómicas desde las consecuencias, más nunca desde las causas.
El Justicialismo acorde a la primera verdad dogmática, realizó políticas humanistas y cristianas que atacaban las problemáticas de raíz, más nunca desde las consecuencias.
Los tres gobiernos Justicialistas del General Perón procedieron sin acudir a meros asistencialismos que nada solucionan, y que palian consecuencias más nunca cercenan las males causas.
Los gobiernos y dirigentes autodenominados “progresistas” que en la práctica sólo traen retrocesos en todos los ámbitos humanos del mundo y de la vida, en cambio, buscan poner los caballos detrás del carro utilizando excusas embaucadoras en pos de satisfacer intereses de los grandes grupos económicos y de poderes supranacionales inconfesables. Nada tienen que ver estos progresistas a quienes no les importó ni les importará nunca la erradicación de la pobreza y el progreso digno de los humildes.
Si todos los que se dicen peronistas lucharan con el mismo ahínco por que los inmuebles de la Fundación Eva Perón vuelvan a cumplir el mismo destino para los que su creadora los ideó, las miserias de los habitantes no tendrían razón de ser.
Además de no luchar por ello son fallutos: por mencionar a uno, el diputado abortero Alejandro Ramos por ejemplo, y muchos dirigentes del FPV, defeccionaron en defender los inmuebles del Hogar Escuela Eva Perón de Granadero Baigorria del loteo del narcosocialismo herodiano santafesino. En el caso de Ramos, oportunamente signó un acta compromiso por la defensa del Hogar Escuela Eva Perón de Granadero Baigorria, amén que incluso formuló un proyecto por la recuperación de dichos inmuebles creados para el privilegio de los infantes. No sólo que jamás cumplió el acta compromiso, sino que además lejos de privilegiar a los niños como quien fue la Jefa Espiritual de la Nación propugnó, resulta que terminó militando por las políticas herodianas del control de la natalidad.
Los pejotistas aborteros, argumentan su apoyo a la sanción de despenalización del aborto con el mentado discurso de la “justicia social” cuando en rigor de verdad el peronismo no erradicó la pobreza mediante infanticidios digna de las prácticas ancestrales de las infanticidas fiestas del “purim” y de los sacrificios preincaicos.
El fortalecimiento de las Organizaciones Libres del Pueblo, creó un sistema perfecto para la integración social, la justicia respectiva y la solución a la miseria.
Con la integración de la planificación de salud del Dr. Ramón Carrillo, los clubes de barrio se tornaban un centro de relevamiento de las enfermedades, de las vicisitudes psicosociales y familiares que padecían los niños. Inmediatamente la salud pública tomaba intervención en todos los casos.
Los Hogares Escuelas eran verdaderas obras de amor donde los niños eran contenidos bajo una concepción platónica del estado paternalista y de formación de “hijos del estado” con la Ciudad Estudiantil la cual fue la prueba cabal de cómo la Fundación Eva Perón tendía a formar futuros dirigentes, pero por sobre todas las cosas, conformar al “Hombre nuevo”, bueno espiritualmente, en todas las dimensiones del areté y demás virtudes humanas posibles.
Se contuvo a las madres solteras y meretrices, otorgándoles la dignidad que las mujeres se merecen capacitándolas como enfermeras
Y la Fundación Eva Perón junto con la integración de las hermanas de caridad, la Iglesia Católica Apostólica Romana, los sindicatos, y el sistema de Salud del Dr. Ramón Carrillo erradicaron la causa de los problemas sociales tanto patológicos como económicos y culturales.
LA IZQUIERDA Y LA PROGRESÍA ES LA NUEVA “SOCIEDAD DE BENEFICENCIA”
Creada por Bernardino Rivadavia, la Sociedad de Beneficencia fue una institución supuestamente filantrópica que escondían en su filantropía reductos de la masonería discreta. Tenían una mera función de alcurnia social de mero asistencialismo y de la cultura de la limosna como acción hipócrita y egoísta para la salvación de las almas oligárquicas. Utilizaban a los pobres en pos de sus intereses de posicionamiento, sin preocuparse genuinamente por la situación de los humildes con quienes prácticamente no tenían ni contacto.
Fermín Chávez recoge el siguiente relato que el Dr. Leloir hiciera al Dr. Esteban Rey:
“Como es sabido, existía un conflicto que tomó estado público y que culminó con la intervención de la Sociedad por el gobierno peronista. El doctor Leloir, quien era pariente de la última presidenta de la Sociedad, se hizo eco de la preocupación de las Damas en el sentido de no quedar manchadas para la posteridad, por todo lo que se decía de ellas. Así fue portador de una invitación para que Evita visitara, acompañado por él a su parienta… Estaban presentes las damas integrantes de la última comisión directiva de la Sociedad. La reunión fue muy tensa, al principio, pero la modalidad jovial y compradora de Evita ganó a las Damas mientras se servía el té tradicional… La Presidenta… luego de manifestarle su satisfacción por lo que estaba sucediendo, le dijo: ‘Señora, hemos pensado apoyar a partir de ahora su trabajo y, para empezar, acabamos de programar una partida de bridge en el Plaza…’ No pudo terminar la frase. Cortante, Eva Perón se puso de pie y les dijo: ‘¡Eso no! Han de saber ustedes que en este país se ha terminado para siempre el tiempo en que el dolor de los pobres sirve de entretenimiento de los ricos. ¡Buenas tardes, señoras!’.[1]
Actualmente el dolor de los pobres en las villas miserias sirven para el entretenimiento y como justificación de los partidos de izquierda o de las ideas “progresistas”, amén de un proselitismo militante rentado en algunos casos, incautamente gratuito en otros. Nunca solucionarán la situación de miseria de los humildes porque dicho status quo es la razón existencial de la presencia de estos politiqueros. Son la nueva Sociedad de Beneficencia que anteriormente Perón por indicación de su esposa Eva ordena intervenir.
Eva Perón lejos del estúpido lema de muerte al macho, gestó desde la institución matrimonial una obra de amor sin precedentes en la historia del mundo, y que llevó dignidad humana a las mujeres y justicia social genuina a la sociedad.
La Fundación de Ayuda Social Eva Perón si bien no pertenecía a ningún órgano de gobierno, esta no era una ONG. La misma era una verdadera Organización Libre del Pueblo sin necesidad de financiamientos foráneos de poderes supranacionales en pos de sus intereses inconfesables.
LA COLONIZACIÓN SUBREPTICIA.
La carencia de conocimientos doctrinarios hace que los peronistas más incautos caigamos bajo los paradigmas de las modas, instituciones y poderes supranacionales del Nuevo Orden Mundial.
Así, los sindicatos coptados por lineamientos socialdemocráticos algunos, social cristianos otros, quedan reducidos a las conceptualizaciones de la OIT que nada tienen que ver con los postulados justicialistas. Así las cosas, trabajo decente no es sinonimia de trabajo digno. La doctrina de género varía el eje de la verdadera problemática de las cadenas globales de producción y de sus abusos en las naciones, poniendo en secundario todos los grandes temas de discusión.
El tripartismo no es genuino en tanto la estructura gubernamental supranacional de Ginebra menoscaba a las organizaciones de trabajadores.
Así las cosas, no escapa al feminismo la desvirtualización del lenguaje, con la alteración del lenguaje amén de la propia instauración de conceptualizaciones carentes de definición con la excusa de “concepto en construcción”: género, construcción mental, y ahora el “empoderamiento”.
Este concepto no solo que no existe en el diccionario de la RAE, sino que fue creado por Paulo Freire, desde el portugués y como derivación inglesa. Emponderar no es otorgar derechos, ni darle dignidad a la mujer, como el peronismo hizo.
Pero así como en Yalta y Postdam Perón nos alertaba cómo los imperialismos que se presentaban al desprevenido como posiciones contrapuestas en pugna para terminar suscribiendo acuerdos fraternales sin objeciones ideológicas, no resulta ajeno el hecho que la izquierda actual ejecute los mandatos del Fondo Monetario Internacional y Amnisty Internacional en pos del control de la Natalidad, y de planned parenthood en pos del comercio de fetos, amén de los demás poderes sinárquicos propiciadores del secuestro de niños para el tráfico de órganos.
Una izquierda que dice participar de marchas contra el FMI con pañuelos subvencionados por el propio FMI, siendo prueba elocuente y palpable de aquella aseveración del Tte. General Perón quien decía que la izquierda era un invento de la derecha para tener una disidencia controlada.
EL TERCER PERONISMO CONTRA EL CONTROL DE LA NATALIDAD NACIONAL.
Para la Doctrina Justicialista genuina distan mucho las concepciones del Nuevo Orden Mundial con las doctrinarias. Así el continentalismo propuesto por el Justicialismo nada tiene que ver con el bloquismo económico de mercados comunes. La universalidad propuesta por la doctrina poco tiene que ver con la mudialización y la globalización que avasalla las soberanías de las naciones.
Bajo estas premisas, Perón en su visión de estadista de prognosis certera, vio como necesarias las políticas de control de la natalidad en algunas áreas del mundo, alarmado por vislumbrar la alarma de la superpoblación que se avecinaba. En la “Carta Ambiental” de 1972 Perón deja entrever su preocupación por el problema que se avecina para las nuevas generaciones. No obstante, el propio General Perón condenó las políticas criminales en pos del control de la natalidad, sea utilizando enfermedades de laboratorio pandémicas, fármacos perniciosos, aborto, guerra y hambrunas.
Prueba clara de ello es que en 1974, los enviados de Perón a la Conferencia de Población de Bucarestplanteaban la necesidad de fiscalizar a los organismos que promovían el control de la natalidad, para evitar acciones indiscriminadas, «incompatibles con el ejercicio de los derechos humanos».
Respecto del aborto el peronismo fue claro desde un primer momento: tanto la Fundación de Ayuda Social Eva Perón como la política sanitaria de Ramón Carrillo condenaban al aborto como un crimen abominable.
El libro de relevamiento de Obra de Gobierno publicado por Presidencia de la Nación en 1950, año del Libertador General San Martín, intitulado “Justa, Libre y Soberana”, es prueba elocuente de la postura de estado:
Con el título, «Al margen de la ley» se describe el combate que libraba el Estado contra el curanderismo y otras formas de ejercicio ilegal de la medicina, que pone «en serio peligro» las vidas, «vaciando al mismo tiempo los bolsillos». A continuación, un apartado llama a «desterrar del país la práctica del aborto criminal».
La publicación también rezaba: «El ejercicio ilegal de la medicina constituye un gravísimo delito, que nuestras autoridades reprimen con toda intensidad. La crónica diaria refleja esta labor altamente eficiente de los encargados de luchar contra el ‘curanderismo’, la ‘adivinación’ y los a los médicos que practican curaciones milagrosas», sin ningún título que los habilite para ello».
Y a continuación: «No se detiene allí la acción represora del Estado, pues convencido de que el aborto criminal constituye una práctica amoral y delictuosa, aun cuando la tomen a su cargo profesionales en el arte de curar, ha orientado sus esfuerzos hacia la meta de desterrarla para siempre de entre nosotros».
En diciembre de 1968, el periodista Bernardo Neustadt le preguntó a Perón, que todavía estaba en el exilio: «¿Usted sabe que McNamara fue a Buenos Aires y pronunció un discurso en el que condicionaba los préstamos al control de la natalidad…?».
Perón respondió: «Cosas americanas. Si él cree que eso es un problema para la Argentina con 23 millones de habitantes, ¿cuánto más lo será para EEUU con 200? ¿Y por qué ellos no limitan su natalidad? (…) Vea, para mí esto es un disparate. (…) …la Argentina necesita más población y no tiene por qué limitar su natalidad».
Como política pública del Estado, el Plan Trienal para la Reconstrucción y Liberación Nacional (1974 – 1977), notoriamente se preocupó por la baja densidad demográfica del país lo cual constituía un elemento alarmante para la Doctrina de Defensa Nacional imperante. e proponía entonces como objetivos básicos «reducir la mortalidad, aumentar la natalidad y aumentar y orientar la inmigración».
Todo ello con el fin de alcanzar la meta de 50 millones de argentinos para el año 2000 (o 200 millones según la publicación “América Latina Ahora o nunca”).
El decreto 659, del 28 de febrero de 1974, propiciado por el Ministerio de Bienestar Social encabezado por el ex Ministro de esa cartera y secretario privado de Perón, Don José López Rega, establecía un control estricto de la venta de anticonceptivos amén que prohibía las campañas de control de la natalidad, a punto tal que se describía las circunstancias perniciosas de la venta de anticonceptivos en píldoras. Para el Gobierno Nacional las políticas tendientes al control de la natalidad en nuestro país, respondían a intereses “no argentinos”, «promoviendo el control de la natalidad, desnaturalizando la fundamental función maternal de la mujer y distrayendo a nuestros jóvenes de su natural deber como protagonistas del futuro de la patria».
En contra y como paliativo de las políticas maltusianas en boga en los setenta, hacia 1974 se crea la Comisión Nacional de Política Demográfica, en el ámbito del Ministerio del Interior cuyo objetivo era «proyectar una política nacional de población e intensificar el crecimiento cuantitativo y cualitativo de la población argentina y su más adecuada distribución regional».
COROLARIO: La Hora del Escarmiento.
El peronismo no solo sufrió estocadas claves desde lo doctrinario como se referenció ab initio, sino que además de la persecución física y proscripciones también sufrió los embates más aberrantes, incluso necrofílicos de organizaciones esotéricas y sectas discretas con intereses inconfesables.
No solo basta citar el cercenamiento de las manos del cadáver de Perón, sino que también podemos traer a colación el cercenamiento del cráneo del cadáver de Juan Duarte, la pronación y violación necrofílica de los restos de Evita Perón, o la violación del domicilio de María Estela Martínez de Perón donde cortaron las manos de las estatuillas de Jesucristo y de algunos santos que la tercera esposa del General tenía, al igual que del área de las manos en las fotografías de Perón que había en los álbumes, la parte de los pechos en las fotos de Eva Perón, amén de un execrable bañado con líquido seminal en las estatuillas que representaban a la Virgen María.
Todo lo ha sufrido el Justicialismo. No solo el duelo por la muerte sino la aberración de los profanadores. No obstante, la gravedad de la presente circunstancia es que estamos asistiendo a un cambio de época angular en nuestro país: el marxismo cultural gramsciano busca entronizarse oficialmente como nueva ideología tiránica dictatorial del pensamiento único mediante el símbólico acto bautismal de la criminalidad nefanda contra el ser más inocente que existe en la tierra.
La discusión del aborto marca un cambio de época que consagra la derrota frente a la posibilidad de todo desarrollo del “Hombre Nuevo” como formulación ideal propuesta por el General Perón.
Es el intento por la oficialización política del imperio de la cultura de la muerte, el relativismo políticamente correcto y el descarte. Pero para los peronistas a secas, no nos es más que la representación justa del “peronómetro” que algunos farabutes con fines inconfesables de entrismos y permanencias oportunistas pretenden negar: la cultura del aborto atenta contra el corazón mismo de la filosofía humanista y cristiana que funda la doctrina Peronista en pos de la ponderación del privilegio esencial en la niñez.
Los acontecimientos actuales son la legitimación activa del Pueblo Peronista para convertirse de una buena vez, no se si en sectarios, pero sí en excluyentes. Excluyentes de todos los pejotistas de opereta, arribistas y mercachifles que usurpan el partido desde 1982.
Qué la Providencia y la intersección de la Jefa Espiritual y Abanderada de los Humildes, Hermana Franciscana María Eva Duarte de Perón, pongan en hora al peronómetro para que de una buena vez, el pueblo peronista agotado en su paciencia hasta el paroxismo haga tronar el tan necesario escarmiento.
La discusión en materia de aborto no da lugar a compasiones ni a excusas futuras en pos de estrategias electorales. Es Herodes y los iscariotes o Perón. Los peronistas estamos con la memoria del General, más nunca con pro aborteros ni con quienes por momentos estuvieron “indecisos”, por ser estos de baja estofa intelectual y coetánea regurgitación divina en cuanto tibios de espíritu.
Los que estuvieron con Braden en 1945, congregados en la Unión Democrática, hoy están nuevamente congregados por derecha y por izquierda en este genuino genocidio anti humanidad imbuidos nueva y desembozadamente por el Departamento de Estado Americano y por las organizaciones sinárquicas afines.
La dicotomía es clara: “Herodes o Perón”. Lo único que hay que abortar son a los mercachifles que usurpan las banderas, para (como dijera María Estela de Perón una vez) echar a estos farsantes con el látigo como a los mercaderes del templo.
1. Chávez, Fermín- Eva Perón Sin Mitos, Ed. Teoría, 1996, pags. 189-190
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«Nuestro bajo crecimiento demográfico se debe a la constante declinación de la natalidad».
«Si bien esta tendencia cultural es difícilmente reversible, puede moderarse en su intensidad mediante una política de protección a la familia, por la cual el tener hijos no sea económicamente gravoso».
Esos eran algunos de los argumentos adelantados en el Plan Trienal para la Reconstrucción y la Liberación Nacional presentado por Juan Domingo Perón al iniciarse su tercer mandato presidencial, en diciembre de 1973.
Pero en realidad, desde los tiempos fundacionales de nuestro país, el poblamiento del vasto territorio argentino fue una de las preocupaciones y ocupaciones de nuestras elites; inexplicablemente ausente del debate actual. Perón fue el último estadista en formular una política global al respecto.
Hoy, nadie evoca esta dimensión poblacional en la discusión sobre la legalización del aborto, a pesar de que los argumentos adelantados hacen, entre otras cosas, a su uso como regulador de la natalidad. El debate está pretendidamente despolitizado; se busca incluso reducirlo a un problema de salud pública y, a la vez, paradójicamente, a una dimensión estrictamente privada, personal, un «derecho» de la mujer.
Para el gobierno peronista del 73, en cambio, el crecimiento de la población era un imperativo y en el Plan Trienal (1974-77) se preveían medidas para aumentar la fecundidad, reducir la mortalidad y fomentar la inmigración.
Se advertía acerca de las «serias consecuencias sociales (del envejecimiento de la estructura poblacional) en lo referente a la vitalidad del país y a las perspectivas para su futuro» y sus «graves consecuencias económicas, que se reflejan en la excesiva proporción de población pasiva con respecto a la activa».
El documento (que puede verse completo cliqueando aquí) exaltaba las virtudes de la inmigración, calificada como «un factor indispensable para el desarrollo de una Argentina moderna» y señalaba que «la casi interrupción de ese movimiento» nos había dejado librados «a las débiles tendencias vegetativas ya mencionadas».
«La inmigración -decía el Plan Trienal- tiene sobre cualquier país un triple efecto demográfico: el aumento directo de la población general, el mayor aumento de la población activa, por la alta proporción de jóvenes inmigrantes y, por la misma razón, el aumento de la población fecunda, lo que a su vez influye en el incremento de la natalidad».
De hecho, como se señaló recientemente en este medio, uno de las factores que en la actualidad ha aportado cierto dinamismo a nuestro crecimiento poblacional es la inmigración que, a diferencia de lo que se señalaba en el Plan Trienal de 1974, se ha reanudado en Argentina, especialmente desde los países vecinos.
El plan de gobierno de Perón también aludía al desequilibrio poblacional entre Buenos Aires y el interior, aclarando que no era un fenómeno directamente atribuible a la demografía sino al desarrollo.
Con realismo, se señalaba que, en materia de natalidad, la acción sería «necesariamente a largo plazo», por lo que la meta en el breve período del Plan, era «la no reducción de la natalidad», es decir, el freno a su «tendencia declinante».
Se proponía entonces como objetivos básicos «reducir la mortalidad, aumentar la natalidad y aumentar y orientar la inmigración».
Todo ello con el fin de alcanzar la meta de 50 millones de argentinos para el año 2000.
En «La política demográfica del tercer gobierno peronista«, Karina Alejandra Felitti (UBA-Conicet) destaca una de las medidas concretas adoptadas en el marco de este plan: el decreto 659, del 28 de febrero de 1974, que establecía un control más estricto de la venta de anticonceptivos y prohibía las campañas de control de la natalidad, llegando incluso a recomendar actividades de difusión sobre los riesgos de ciertos métodos anticonceptivos.
El decreto de Perón aludía al accionar de ‘intereses no argentinos’ detrás de la promoción del control de la natalidad
En sus fundamentos, el decreto aludía al accionar de «intereses no argentinos» que desalentaban la consolidación y expansión de las familias, «promoviendo el control de la natalidad, desnaturalizando la fundamental función maternal de la mujer y distrayendo a nuestros jóvenes de su natural deber como protagonistas del futuro de la patria».
Un mes más tarde, se creaba la Comisión Nacional de Política Demográfica, en el ámbito del Ministerio del Interior. Su misión sería «proyectar una política nacional de población e intensificar el crecimiento cuantitativo y cualitativo de la población argentina y su más adecuada distribución regional».
La alusión a «intereses no argentinos» se vincula al origen de las teorías neo-malthusianas de entonces que veían en el excesivo crecimiento demográfico del Tercer Mundo la causa de su subdesarrollo.
De hecho, el puntapié inicial a las campañas de control de natalidad hacia los países periféricos lo había dado el Banco Mundial en 1968 bajo la presidencia de Robert McNamara, que antes se había desempeñado como Secretario de Defensa durante las gestiones de John Kennedy y Lyndon Johnson.
«El rápido crecimiento demográfico es una de las mayores barreras que obstaculizan el crecimiento económico y el bienestar social de nuestros Estados miembros»,decía McNamara, el 30 de septiembre de 1968, al asumir la presidencia del Banco Mundial, que ejercería hasta 1981.
En consecuencia, a partir de fines de los sesenta, el Banco Mundial, junto con otras varias agencias de la ONU, preexistentes o creadas a tal fin, como la FNUAP, PNUD, UNICEF, OMS y la FAO) lanzaron campañas mundiales de control de la natalidad.
Más allá de la concepción malthusiana que sustentaba estos postulados (a mayor crecimiento poblacional, menor desarrollo y más pobreza; una ecuación demasiadas veces desmentida en la realidad), también había una motivación de seguridad estratégica.
Se trataba de una cruzada por el desarrollo y contra la pobreza, que buscaba esencialmente frenar la amenaza del crecimiento poblacional de los países del Tercer Mundo, visto como un posible factor de descontrol social y, en el contexto de la Guerra Fría, eventual terreno fértil para el comunismo. El mundo no tendría además recursos suficientes para sostener a esa población que crecía a un ritmo que se veía como imparable.
Desde el exilio, en diciembre del 68, Perón ya había aludido al tema, en una entrevista con el periodista Bernardo Neustadt.
«¿Usted sabe que McNamara fue a Buenos Aires y pronunció un discurso en el que condicionaba los préstamos al control de la natalidad…?», preguntó Neustadt.
Perón respondió: «Cosas americanas. Si él cree que eso es un problema para la Argentina con 23 millones de habitantes, ¿cuánto más lo será para EEUU con 200? ¿Y por qué ellos no limitan su natalidad? (…) Vea, para mí esto es un disparate. (…) …la Argentina necesita más población y no tiene por qué limitar su natalidad».
Cabe señalar que se trataba de una convicción compartida en aquel entonces por la izquierda y las corrientes progresistas en general, que en los 60 y 70, también denunciaban el control de la natalidad -hoy eufemísticamente llamado «salud reproductiva»- como una política imperialista.
¿Excedentes de población en Brasil, donde hay 17 habitantes por kilómetro cuadrado, o en Colombia, donde hay 29? (Eduardo Galeano, 1994)
Todavía en 1994, por ejemplo, Eduardo Galeano preguntaba: «¿Excedentes de población en Brasil, donde hay 17 habitantes por kilómetro cuadrado, o en Colombia, donde hay 29? Holanda tiene 400 habitantes por kilómetro cuadrado y ningún holandés se muere de hambre; pero en Brasil y en Colombia un puñado de voraces se queda con todo».
En la Conferencia Mundial de Población, que en 1974 tuvo lugar en Bucarest, la Argentina llevó la voz cantante en la objeción a los fundamentos de las políticas de planificación familiar que fomentaba la ONU ante una supuesta necesidad de «armonizar» a nivel mundial «las tendencias demográficas y las tendencias del desarrollo económico y social».
Correspondió a la Comisión Nacional de Política Demográfica creada por Perón presentar las objeciones al plan de acción que se quería aprobar allí. Felitti resume así las enmiendas planteadas por la Argentina: «La política de población es un atributo soberano de cada país; América Latina, por su baja densidad, necesita de un crecimiento demográfico que le permita ocupar todo su territorio; las recomendaciones no deben limitarse a controlar el crecimiento de la población, también deben incluirse [medidas] que tiendan a un orden internacional más justo; las migraciones internacionales deben atenderse no sólo como un problema sino como una potencial salida al desequilibrio regional y al avance del control de la natalidad; la producción de alimentos y su justa distribución a nivel internacional debía ser aumentada; por último, se señalaba la necesidad de fiscalizar a los organismos que promovían el control de la natalidad, para evitar acciones indiscriminadas, incompatibles con el ejercicio de los derechos humanos».
La Argentina contó con el respaldo de la mayoría de los demás países latinoamericanos y sus enmiendas fueron aceptadas… con excepción del pedido de control sobre las ONG del rubro…
El embajador argentino en Rumania, Juan Carlos Beltramino, exhortaba a actuar para suprimir la injusticia y no a los seres humanos.
Lejos quedaron esos tiempos en que la Argentina ejercía un liderazgo en este tipo de cumbres internacionales. Y lejos quedaron también los tiempos en que las izquierdas latinoamericanas denunciaban el control de la natalidad como imperialista. Hoy el malthusianismo es la doctrina subyacente en uno de los argumentos pro aborto libre más esgrimido por el progresismo: se vincula la necesidad de su legalización al drama de miles de mujeres pobres…
A tal punto ha virado en esto la izquierda que en Bolivia, por ejemplo, ha sido el mismísimo Evo Morales el promotor de una legalización del aborto que incluye, entre las opciones para despenalizarlo, la condición social de la mujer.
Evo Morales promovió la legalización del aborto en caso de “pobreza”
El proyecto inicialmente presentado, en marzo de 2017, era brutal: despenalizaba el aborto en «las primeras ocho semanas de gravidez, por única vez», cuando la mujer «se encuentre en situación de calle o pobreza extrema; no cuente con recursos suficientes para la manutención propia o de su familia; sea madre de tres o más hijos o hijas y no cuente con recursos suficientes para su manutención o sea estudiante».
Fue demasiado. Y, para atenuar esta frontal eugenesia social, al aprobarse la ley se eliminó la mención explícita a la pobreza, pero se mantuvo el concepto de modo implícito en el enunciado de que las mujeres que tengan «niños, adultos o discapacitados a su cargo», pueden abortar.
Lo llamativo es que, a diferencia de los años 70, cuando la izquierda boliviana denunciaba el control de la natalidad como imperialista y hasta lograba la expulsión de Bolivia del Cuerpo de Paz –ONG estadounidense de planificación familiar-, esta vez tuvo que ser el Episcopado boliviano el que clamara contra la «colonización ideológica extranjera» que inspiró la reforma de Evo Morales.
El hecho de que el aborto como paliativo a la pobreza haya sido promovido por Evo Morales no conmovió a una izquierda sudamericana ya ganada por la agenda que en otro tiempo denunciaba como neoliberal.
En consecuencia, lo que antes los gobiernos de países avanzados promovían, por lo general a través de ONGs internacionales y organismos supranacionales, para la «planificación familiar» o el «control de la natalidad», hoy se hace bajo el ítem «salud reproductiva» o «derechos reproductivos», y es además una bandera enarbolada por grupos que, a la vez que dicen combatir el neoliberalismo en lo económico o político, han incorporado sus supuestos culturales.
Los debates de los 60 y 70 se daban por otra parte en el marco de la supuesta amenaza de una explosión del crecimiento poblacional, que no sólo no se verificó, sino que ha sido sustituida en varias regiones por un «invierno demográfico», fenómeno que es motivo de alarma para muchos países.
La bomba demográfica tan anunciada en los pronósticos catastrofistas de los 60 y 70 se desactivó sola.
La tasa de fecundidad global es hoy de 2,5 hijos por mujer. Y si se excluye al África negra, cae a 2,1, coincidiendo con la llamada tasa de remplazo, lo justo para renovar la población.
Esta estabilización, que para los McNamara de los 60 era necesaria a fin de desactivar potenciales conflictos sociopolíticos y pacificar al mundo, viene sin embargo acompañada de enormes disparidades en otros indicadores clave: la esperanza de vida y la mortalidad infantil, que son reflejo directo de la alimentación y la sanidad. En el caso del primero, por ejemplo, la brecha nunca fue tan grande : de 50 años en el Congo a 87 en Japón.
En Argentina, de momento, la tasa de fecundidad, de 2,3 hijos por mujer, todavía supera a la de remplazo.
Pero en muchos países de Occidente ya ha caído por debajo de ese umbral de 2,1 necesario para evitar la desaparición de una sociedad lo que significa que verán decrecer su población en los próximos años.
Consecuencias del «invierno demográfico»
Las consecuencias humanas, sociales y políticas del invierno demográfico han sido identificadas por el demógrafo francés Alfred Sauvy de este modo: No transmisión de saberes, debilitamiento de los lazos sociales, desigualdades crecientes, dominio por parte de la fracción más vieja y más conservadora de la población, ausencia de perspectiva de porvenir, morosidad y falta de apetencia por la vida, prevalencia de la renta sobre el trabajo, preferencia por el ahorro especulativo en detrimento de la inversión productiva.
Podrá decirse que los contextos de cada país y de cada época son diferentes y no pueden por lo tanto trasladarse automáticamente las respuestas de ayer a los problemas de hoy. Lo inexcusable es que estos temas no sean parte de las preocupaciones de dirigentes que repiten mecánicamente que nos debemos un debate «maduro y responsable».
La Argentina sigue siendo un país despoblado y desequilibrado en su desarrollo. Sin embargo, pese a que la historia desmintió a Malthus una y otra vez, se sigue razonando como si más población implicase sólo más bocas que alimentar, y no también más brazos para trabajar, más mentes para pensar y crear… Sobran los ejemplos de lo que un sólido mercado interno le aporta a una economía.
Parece que la transmisión generacional se interrumpió cuando vemos a algunos referentes juveniles detrás de una bandera que era repudiada por las generaciones “gloriosas”
Más inexcusable aún que la desmemoria de la izquierda es que estas cosas no se debatan entre quienes se consideran seguidores de Perón. Sin formularla explícitamente, Cristina Kirchner tuvo una política natalista cuando promovió la Asignación Universal por Hijo y la extendió a la mujer embarazada. Incluso el Plan Cunita –frustrado por la venalidad y la improvisación- tenía esa inspiración. Pero parece que el impulso o la transmisión generacional se interrumpió cuando vemos a algunos referentes juveniles de ese sector enfervorizados detrás de una bandera que era repudiada por las generaciones «gloriosas» en las que sin embargo dicen reconocerse.
La elite mundial de otros tiempos demostró tener claro que la población representa un factor de poder; es lamentable que no lo tenga claro la dirigencia local.
El mundo debate hoy nuevamente sobre la sustentabilidad del desarrollo y el factor crítico de la relación de los recursos con la población.
No por desconocer la geopolítica, dejará un país de padecerla.
Fuente: https://www.infobae.com/sociedad/2018/03/03/la-politica-pro-vida-de-peron-en-1974-olvidada-por-sus-seguidores/
A 44 años del primer ataque bomba de la Triple A
La organización peronista paramilitar sembró el terror durante la década del ’70, en años convulsionados de la sociedad argentina, y cargó contra gran cantidad de políticos, sindicalistas y militantes. El primer ataque con explosivos tuvo como blanco al ex senador Hipólito Solari Yrigoyen, por su oposición a los beneficios de la burocracia sindical.
La bomba estalló cuando encendió el motor de su auto, el 21 de noviembre de 1973, 44 años atrás.
Hipólito Solari Yrigoyen era senador nacional por la Unión Cívica Radical. Pocos días antes, el jueves 16 de noviembre, había expresado su oposición al proyecto de ley de Asociaciones Profesionales, que consolidaría la “oligarquía sindical”.
El senador, en el debate, objetó la reelección de autoridades gremiales por más de dos períodos, la centralización de las recaudaciones de las obras sociales y propuso la inclusión de la representación de las minorías, en favor de la “democracia sindical”.
Su discurso en el Senado duró 4 horas y 12 minutos. Finalmente, la ley –enviada por el presidente Perón al Congreso- obtuvo media sanción.
“El debate terminó a las cuatro de la mañana. Lorenzo Miguel (jefe de la UOM) lo había presenciado desde el palco. Cuando le preguntaron por mi discurso, respondió ‘Solari Yrigoyen es desde este momento el enemigo público número uno de la clase obrera organizada‘. Sostenía la necesidad de defender a las minorías, no quería el pensamiento único. Había participado de la fundación de la CGT de los Argentinos (CGTA) y hasta mi elección como senador había sido abogado del gremio ferroviario, conducido por los radicales”, según explicó entonces.
El fin de semana posterior al debate, Solari Yrigoyen fue a Puerto Madryn, Chubut, donde vivía, y el lunes 20 volvió a su estudio jurídico de Lavalle 1438, en Buenos Aires. Su secretaria le dio un sobre que había recibido con su nombre. Cuando lo abrió, sólo tenía tres letras: “A A A”. No entendió el significado. El remitente daba una dirección: Tucumán 1660, la sede del Comité Capital de la UCR. Envió a su secretaría para que explicaran qué quería decir ese mensaje. Desde la casa radical respondieron que no habían enviado la carta y tampoco entendían el sentido de las tres letras.
Al día siguiente, martes 21 de noviembre, Solari Yrigoyen salió de su departamento de la avenida Santa Fe, su residencia secundaria, y fue en busca de su auto, estacionado en la cochera 171 del edificio de Marcelo T de Alvear 1276. Había comprado ese espacio en la década del ’60 para guardar su Renault 6. Ese día tenía previsto dar un reportaje junto al dirigente sindical cordobés Agustín Tosco, al que había defendido en su condición de “preso político” y visitaba en la cárcel de Rawson durante la dictadura del general Lanusse.
Cuando Solari Yrigoyen colocó la llave en el tambor y la giró, la bomba estalló.
“El Renault 6 era un auto muy frágil y la onda expansiva se fue por todos lados. Si hubiera sido un coche compacto hubiera muerto instantáneamente. La bomba era para matarme. El coche voló contra la pared de enfrente y empezó a incendiarse. Dios me ayudó porque alcancé a salir, caí envuelto en sangre, y vinieron a auxiliarme”, aseguró entonces.
El repudio fue unánime. Era la primera vez que se atentaba contra un senador de la Nación desde que habían matado demócrata progresista Enzo Bordabehere en el recinto, en 1935. Isabel Perón, que presidía el Senado, fue a visitar a Solari Yrigoyen a la clínica, acompañada por el ministro de Bienestar Social José López Rega. Llevó flores.
“Isabel entró a la habitación. Dijo ‘¿qué quieren hacer de este país? ¿Una Cuba, un nuevo Chile?’ Como haciendo entender que la ultraizquierda había hecho el atentado”.
Solari Yrigoyen la escuchaba pero no podía hablar. Había tenido cinco operaciones, me sentía muy mal, y se había analizado la posibilidad de cortarle la pierna izquierda, que era la más afectada. El doctor Yañez se opuso terminantemente. Después pasó mucho tiempo en silla de ruedas y desde entonces camina con bastón.
A la clínica también se acercó Lorenzo Miguel. Habló con la esposa de Solari Yrigoyen: “Yo no tuve nada que ver”, explicó.
Solari Yrigoyen creía que habían sido los “servicios”, o gente vinculada a ellos. “A mí siempre me ataca la derecha autoritaria”, decía. En agosto de 1972, cuando era miembro de la Asociación Gremial de Abogados, le habían puesto una bomba, el mismo día de los fusilamientos en la base naval de Trelew. “Yo no sabía qué era la Triple A. Era la primera vez que actuaba. Pusieron la bomba porque estudiaron mis pasos y sabían que los fines de semana yo viajaba a mi provincia”, explicó entonces.
La organización “Triple A” (Alianza Anticomunista Argentina) había surgido como una herramienta de “depuración interna” para poner freno a la movilización de Montoneros y también contra sectores de izquierda. De hecho, la Triple A acusaba al radical Solari Yrigoyen de “comunista”. “Era la época de la Guerra Fría. Estaba de moda acusar de comunista a cualquiera que se opusiera a algo”, diría tiempo después. A Eduardo Angeloz, su compañero de bloque en el Senado, lo acusaban de ser “agente del imperialismo”.
En el verano de 1973, Montoneros había tomado protagonismo en la campaña electoral de las primeras elecciones libres desde 1951, que llevó a Cámpora al gobierno. Como parte del acuerdo político con el Movimiento Justicialista presidido por Perón, obtuvo cargos en gobiernos provinciales. Era un tiempo en que la política se hacía en las calles, barrios o fábricas, o en las movilizaciones populares. Los espacios de representación institucional no resultaban atractivos para la militancia.
El regreso de Perón, el 20 de junio de 1973, resultó el primer quiebre de su relación con la izquierda peronista. Desde entonces, en el peronismo clásico u ortodoxo, comenzó a anidar la idea de “ganarles la calle” y restablecer el orden y el control ideológico del Movimiento. El peronismo en “pie de guerra” no era una metáfora política.
En agosto de 1973 López Rega acababa de conformar sus brigadas de custodia con ex policías desplazados por delitos criminales y otros que había conocido en su carrera policial en los años ’50. Ahora se reincorporaban al Ministerio de Bienestar Social. Entre ellos estaba el comisario Morales, Rodolfo Almirón, Miguel Rovira, y otro llamado Juan Carlos Lagos. Este último luego sería separado de la custodia porque –según declarara en la causa judicial de la Triple A- López Rega le dijo que “necesitaba otro tipo de gente menos limpia para hacer los trabajos que él quería”. Lagos pasó a integrar la custodia de Isabel Perón según se explica en López Rega, el peronismo y la Triple A (del autor de este artículo).
El Ministerio se fue preparando para las acciones paraestatales, con la incorporación de militantes de agrupaciones “ortodoxas” como empleados de planta. También se importaron desde Inglaterra –de contrabando- ametralladoras Sterling, que se guardaban en el depósito del microcine, en el segundo subsuelo del organismo público. Una “ley interna” para los que actuaban en actividades armadas indicaba que “no había que llevarse a dormir la ametralladora a la casa”, porque no eran para defensa personal sino para las “operaciones que surgían desde el mismo Ministerio”.
El asesinato del jefe de la CGT José Ignacio Rucci, el 25 de septiembre, por parte de Montoneros, marcó el segundo punto de quiebre en la política del año 1973.
El crimen unió a todos grupos opuestos a la izquierda peronista.
La respuesta fue la “depuración interna” en el Movimiento Justicialista por motivos estrictamente ideológicos. La “depuración” incluía la expulsión de los cargos políticos –en todas áreas del Estado, municipal, provincial y nacional- y también, en muchos casos, la eliminación física.
La primera víctima de esta política sucedió en forma simultánea a los funerales de Rucci, con la muerte de un militante de la Juventud Peronista en el barrio de Belgrano. Una comisión “mixta” de policías y civiles salió del Ministerio con un Rambler oficial, tocó el portero eléctrico de su departamento y cuando Enrique Grynberg se asomó a la calle, lo mataron. El blanco había sido escogido casi al azar para dar una respuesta inmediata.
El 28 de septiembre, un artículo La Opinión registraba la discusión interna entre el Ministerio del Interior y la Policía Federal sobre cómo debía afrontar el Estado atentados como el de Rucci. El ministro del Interior Benito Llambí indicaba que debía recurrirse a los organismos de seguridad (policía, gendarmería y “en ningún caso las Fuerzas Armadas”) y el jefe la Policía Federal, general Miguel Ángel Iñiguez, afirmaba que “la prevención debía hacerse con los mecanismos de seguridad que se han ido forjando en el propio seno del Movimiento”, es decir, por afuera de los mecanismos institucionales.
Esta última opción sería la acordada por el Consejo Superior Peronista, que se reunió el 1° de octubre, en la que participaron legisladores, gobernadores y el presidente electo Juan Perón. De allí surgieron las directivas partidarias para dar respuesta a la “guerra desencadenada contra nuestra organización y nuestros dirigentes”, manifestada por la “infiltración de grupos marxistas” y el asesinato de dirigentes, en obvia referencia a Rucci.
El corazón del “Documento reservado” –dado a conocer por La Opinión al día siguiente- indicaba que el Movimiento ingresaba “en estado de movilización de todos sus elementos humanos y materiales para enfrentar esta guerra” y anunciaba que en todos los distritos se organizaría “un sistema de inteligencia al servicio de esta lucha, el que estará vinculado con el organismo central que se creará”.
El Consejo Superior Peronista abría las puertas de la acción ilegal: “se utilizarán todos los medios de lucha que se consideren eficientes, en cada lugar y oportunidad. La necesidad de los medios que se propongan será apreciada por los dirigentes de cada distrito. Los compañeros peronistas, sin perjuicio de sus funciones específicas, deben ajustarse a los propósitos de esta lucha, haciendo actuar todos los elementos de que dispone el Estado para impedir los planes del enemigo y reprimirlo con todo rigor”.
A partir de entonces se inició una etapa de “conurbanización” de acciones violentas, que luego se asumirían bajo la máscara de la “Triple A”. La organización paraestatal no tenían un mando centralizado, sus acciones provenían de distintos ámbitos, aunque sí tenían un “enemigo común, la “infiltración marxista” en el Movimiento.
La “depuración” se definía en los territorios locales, según sus propias características y enemigos internos, y a partir de allí se elegían los blancos.
Seis días después del atentado contra Solari Yrigoyen, el 27 de noviembre de 1973, fue muerto Antonio “Tito” Deleroni en la estación ferroviaria de San Miguel. Deleroni era abogado, defensor de presos políticos de la Gremial de Abogados y dirigente del Peronismo de Base (PB) de esa localidad.
El azar quiso que un policía franco de servicio persiguiera y detuviera a su agresor, a punto de escapar en un Fiat 128. En su declaración ante el juez Julio Ricardo Villanueva afirmó que integraba el “Servicio de Inteligencia Peronista (SIP)” y cumplía las directivas de “depurar marxistas“, que surgieron del “Documento Reservado” del Consejo Superior Peronista. Los dos domicilios que acreditó correspondían, uno a ese organismo, y otro a la unidad básica “20 de Noviembre”, que actuaba en el Ministerio de Bienestar Social**.
La “depuración interna” representó un permiso para la impunidad. La idea de, en palabras de Perón, de “desinfectar a tiempo los gérmenes del Movimiento Peronista“, conduciría a la creación del terror estatal. Perón, como presidente, jamás condenaría en forma explícita a la Triple A.
Después de la primera bomba contra Hipólito Solari Yrigoyen, el terror paraestatal desplegaría mayor intensidad, con persecuciones, atentados y centenares de crímenes.
El año pasado, por primera vez, cinco miembros de la Triple A fueron condenados por “asociación ilícita”, después de que la causa judicial permaneciera archivada durante varias décadas.
5 comentariosPor Ivlak
Nuestra patria está subsumida en una oscuridad terrible donde impera el individualismo, el hedonismo y estamos todos entregados a la percepción del mundo sensible, inclusive aquellos altruistas o en el orden político los idealismos.
El pueblo argentino ha tenido una esperanza con el General Perón, pero ella se esfumó y su nombre es ultrajado por la clase más rancia y apátrida.
Si hacemos una mención hacia atrás observamos que el peronismo evolucionó del Radicalismo Irigoyenista (FORJA) como eje central, siendo confluencia de la doctrina social de la Iglesia (pues las reformas laborales que pregonaba el Diputado Socialista De Tomaso las aplicó el General, pero son un extracto de las Leyes de Indias de 1594).
El radicalismo original tiene una gran herencia del Rosismo y el federalismo dado los principios que buscaban. Es cierto que eran principios democráticos, pero estos eran para no dejar al pueblo que lo siguieran vendiendo por una clase burguesa-terrateniente.
El Rosismo hereda lo que queda de la hispanidad humanista, pues lo que han tenido en común estos movimientos fue la defensa de la soberanía, que si bien no en todos significa una soberanía popular, significa sí una soberanía para el pueblo (capaz que no del pueblo).
Esa herencia hispánica humanista se ve plasmada en las leyes de Indias bajo el reinado de Felipe II en 1594 donde los indios no podían trabajar mas de 8 hs por día, un día a la semana tenían descanso y 15 días al año; como así también no podían trabajar en las horas de más sol. Se suma a esto que en Las Españas el aborigen americano era considerado hombre por la mayoría de los pensadores, aunque es cierto que se lo tomaba como niños que había que proteger. Pero en el resto de Europa eran considerados animales. Tanto por la Europa Católica y sobre todo por la protestante.
Pero tenemos que dejar claro en el concepto de Las Españas que es el verdadero nombre de la unión de pueblos íberos, con la escisión de Portugal. Pero cuando se constituyen se incorpora América como provincias de Castilla, y los hombres nacidos en el nuevo continente eran ciudadanos de las Españas, pero esta también es producto del Islam que se retira y a su vez de la lucha contra el Islam, pero que sin darse cuenta lo llevará para siempre en el inconciente colectivo. ¿Por qué?
Durante la Edad Media el Al-Andaluz era una región de un fuerte misticismo islámico donde dio uno de los mas grandes que fue IBN ARABI. En los años que vivía el gnóstico de Andalucía, había otro gnóstico islámico chiita en Persia, SOHRABARDI. Sin quedar esto así, en la Europa del Norte de España y el Sur de Francia surgió como por arte de magia la herejía Cátara.
El catarismo era una especie de maniqueísmo cristianizado, donde Jehová-Satán era el dios creador del mundo y el Cristos-Lucifer fue el enviado del dios incognoscible para dejar en el hombre el recuerdo y que se libere del mundo sensible.
Pero hay algo más que son las leyendas del Santo Grial donde en el vaso se encuentra la sangre del Cristos. Tal vaso se hizo con la esmeralda caída del cielo de la corona de Lucifer. O sea así como el Cristo murió en la cruz, que representa el tiempo y el espacio del mundo sensible, siendo interpretado que tuvo que ingresar en el mundo ilusorio de Satán, también Lucifer dejó lo mas preciado de su corona que era esa diadema y la depositó en la tierra para el hombre.
¿Pero quién es Lucifer o qué representa este ángel supuesto, que aparece en Isaias una sola vez? Lucifer es el Fósforo griego, también para los romanos es la estrella Venus al amanecer. Cuando se ve a Venus está avisando que viene la luz del día. Por tal es la luz mas potente de la noche, es el sol de la noche, el sol negro representado por 12 rayos. No por nada asociada a la diosa del amor, y también tiene relación con la guerra, pues es pareja de Apolo. (lo femenino que le falta al hombre, pero como sustrato y no como elemento sensible).
Fósforo en la mitología griega es Prometeo, y en el poema más antiguo que es el Prometeo Encadenado, de Hesíodo, explica que el Titán entrega el fuego olímpico a los hombres, luego que se lo había robado a los dioses, para que recuerde el hombre su origen divino. Asociado a los mitos órficos el hombre está hecho de la materia que quedó de los Titanes luego del combate, siendo estos de esencia uránica.
Urano es el dios anterior a Cronos, el tiempo (que también se lo puede interpretar como un estado de conciencia). Urano no es el cosmos (este es la multitud de estrellas aparentes), tampoco el universo (pues viene de una versión, todo es una misma esencia), el cielo es la noche oscura, tenebrosa, pero de ahí surge el niño-sol negro luego de pasar por los 6 cielos y hacer los 12 trabajos de Hércules (liberador de Prometeo).
Tenemos un Cronos que genera el mundo sensible y un Urano que es nuestro origen incognoscible desde lo sensible, y por el acontecimiento bélico entre titanes y olímpicos, solo logrará el hombre la liberación a través de la lucha en todos los aspectos. Aquí traeré la expresión del General San Martín: “En el campo de batalla hay que vencer al peor enemigo, uno mismo”.
Me extendí para notar el origen del concepto del Cristos Lucifer Cátaro, idea asociada al mito de la caverna de Platón. Pero adentrándonos al tema del grial, que ha sido el mito de la herejía, tenemos que el grial es una piedra negra que cayó del cielo, similitud con la Kaaba del Islam. Es cúbica, otra similitud.
El rey enfermo es Arturo que se asocia a la Osa polar y por ende al Polo, el Eje. En el misticismo islámico el Polo es el máximo grado que un hombre puede tener, llega a su equilibrio total, siendo eje.
El libro El Islam y el Grial menciona mayores similitudes, pudiendo observar que el padre de la caballería Islámica ha sido Ali (de donde surge la shiia), donde la caballería cristiana tuvo contacto con la caballería shiita porque tenían un enemigo común que eran los sunitas. De este contacto se deduce el contacto con el maniqueísmo (que es de origen persa). Los caballeros de la mesa redonda eran 12 con su rey y entre ellos había uno que tenía que hacer la gran obra, el Parsifal. En el shiismo hay doce imanes más el Profeta Muhammed y el último imán el Mahdí (el iman oculto) el que tiene que hacer el último trabajo para establecer el Reino celestial ¿como en el mito griego uránico?
Muchas similitudes entre el gnosticismo persa/shii islámico, la herejía cátara y el paganismo griego.
Recordando que en el catarismo el Dios es reconocido como incognoscible se encuentra una similitud con el Islam. Allah no puede ser asociado, o sea no se lo puede definir, pues es el único pecado no perdonable, es lo único real y el shaitan es el ilusionista. Allah en el shiismo no puede ser antropomorfo. Por lo tanto se podría decir que es incognoscible a través de la sensibilidad.
Todo esto implica que lo real no es lo que percibimos, pero lo que percibimos nos afecta y queremos despegarnos. Como el mundo nos atacará producto de las personas y los animales que solo buscan satisfacer sus deseos o instintos, debemos defendernos. Lo natural es que nos agrupemos entre los que buscamos un mismo camino y no por intereses, que tras ellos van los que se quieren quedar en el mundo sensible.
Esta concepción no puede generar apetencias económicas, ni políticas, ni usar una creencia para establecer un gobierno, a tal efecto no puede generar la codicia del materialismo sea filosófico o económico. Este es el origen del auténtico humanismo. Relación entre hombres basadas en el honor en pos del incognoscible teniendo sus pistas a través de los que lograron liberarse.
Para lograr tal fin esa comunidad necesita un espacio dado que no ha podido vencer el mundo sensible, ese espacio es la Patria y esa comunidad podría ser la Nación.
Volviendo a la constitución de las Españas vemos que en el inconciente colectivo de la hispanidad se encuentran los elementos fundamentales del misticismo islámico, sea por Andalucía, sea por el cristianismo herético. Eso es lo que corre por la sangre etérica del hombre hispano, europeo o americano.
Hoy vemos un mundo islámico en proceso caótico y una hispanidad sometida a la tiranía de los vicios, las ataduras a lo sensible y dividida (aunque con intentos de unidad).
La hispanidad sudamericana puede encontrar su revolución interior a través de la lucha por la Antártica, hacia el frío que es el hacedor de hombres fuertes con voluntad principal, emanación del espíritu (y quizás aflore de su inconciente colectivo el elemento de liberación).
Bajo el concepto de integración sudamericana se logra el paraguas de la isla sudamericana, bajo el concepto del país llave de la Antártica, el Cono Sur.
Pero las Españas europeas tienen una posibilidad, ser el nexo entre América y el mundo mediterráneo si asume ser la heredera de Tartesos, el gnosticismo cristiano herético y el misticismo islámico de origen Persa. Tierra de misterios. La Unión Atlántico-Mediterranea bajo la gnosis Persa. La auténtica nacionalidad.
Luego de todo lo expuesto volviendo al tiempo presente veo en el Nacional Justicialismo, su doctrina, la posibilidad de evolución a principios más sublimes. ¿Por qué? Es innegable el humanismo y su visión trascendente del mundo, pues el General Perón lo definía como un Socialismo Nacional y Cristiano. Con este último concepto denota la trascendencia antropológica.
Claro que ha tenido cosas no honorables, pero la actualización a un movimiento político encasillado en la cuarta teoría política, volviendo a ser la metafísica el centro de lo político y la economía subordinada a esta.
¿Y donde está dicha actualización? Sin dudas se tiene que dar en el campo de lo metafísico, donde el arquetipo pagano heroico reviva actualizado, el cristianismo medieval reviva actualizado y buscando en el inconciente colectivo hispánico.
Las Españas representan a un mundo de naciones bajo el Principio de la liberación del mundo sensible.
7 comentariosJosé María profundiza lo expresado en el video «José María Herrou Aragón habla contra la sinarquía internacional». Esta vez aborda temas como marxismo, capitalismo, peronismo, gobierno mundial, sinarquía internacional, sociedad teosófica, masonería, cristiansmo.
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